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| (cc) Davichi, via flickr. |
"Las empresas no dan dinero" debe ser la frase que más he oído en los últimos tiempos. Esta frase se acompaña de un tono lastimoso y se deja en puntos suspensivos...
Es verdad, las empresas no dan dinero. Y ahora, menos que nunca.
Sin embargo, cuando alguien me dice eso, siempre tengo una pregunta que no me atrevo verbalizar: "¿y por qué deberían dártelo?". ¿Es suficiente que alguien tenga dinero para que te dé? Esto quiere decir que todas las personas que vivimos en sociedades "desarrolladas" deberíamos estar dando dinero a personas que tienen menos. O las de rentas superiores dar a personas con rentas bajas para redistribuir ingresos. ¿No? Es decir, los que tienen dinero dan a los que no tienen.
Pues, no. Claro, alguien dirá que no es lo mismo. Sobre todo si sentimos que es nuestro bolsillo el que se ve cuestionado.
Más allá de lo que decida hacer cada uno, creo que el hecho de que las empresas tengan dinero no es un argumento suficiente para esperar que nos den.
Vuelvo a la pregunta: ¿Por qué te deberían dar?
- Porque queremos que más jóvenes encuentren trabajo.
- Porque queremos que las mujeres que salen de la cárcel tengan una nueva oportunidad.
- Porque queremos que los niños que están en los hospitales tengan una mejor recuperación.
- Porque queremos mantener la biodiversidad de los espacios naturales.
- Porque queremos acercar la cultura a todos.
- Porque...
Pues contemos esto y miremos como lo podemos hacer juntos. Con dinero o sin dinero. Hay muchas formas de ayudar. Diferentes maneras de conseguir que nuestros proyectos, nuestras actividades, el fin fundacional acabe siendo una realidad. Seguro que encontramos empresas dispuestas a hacerlo: promoción y difusión entre sus empleados, donaciones de material, cesión de tiempo de empleados para hacer voluntariado profesional, cesión de espacios...
No tenemos que pedir dinero. Tenemos que explicar el proyecto, qué queremos y el impacto que esperamos conseguir. Buscamos aliados. Empresas (y personas) dispuestas a compartir el proyecto, a luchar hacia el mismo objetivo. Hay que trabajar en esta línea: explicar, compartir, comunicar, buscar formas de colaboración.
Porque no hay nadie que dé dinero pero sí hay muchas personas que quieren que el mundo cambie.
Traducción del artículo publicado en Xarxanet.
