miércoles, 2 de noviembre de 2011

Futuro 3.0, la oportunidad de la responsabilidad

Tiempos revueltos los que vivimos hoy día. No solo por la gran y larga crisis económica que nos afecta. También hay otros temas relevantes que despuntan ahora, y sobre todo despuntarán e influirán en los patrones de comportamiento y consumo futuros. De todas estas cuestiones destacan: 

  • El espectacular incremento del precio de los alimentos, como los cereales, y de materias primeras, como el petróleo. 
  • Los cambios de hábitos de vida más saludables. 
  • La malnutrición infantil; la preocupación medioambiental de aspectos como la huella ecológica. 
  • La utilización de energías renovables, la gestión de residuos durante todo el ciclo de vida del producto. 
  • Los trastornos de hábitos alimentarios. 

Frente a este panorama, podemos sentarnos y esperar de brazos cruzados a ver qué pasa. A lo mejor, y con mucha suerte, no pasa nada y podemos seguir haciendo lo que sabemos hacer: vender productos. Pero podemos convertir estos problemas en oportunidades tomando el timón del barco. Y la brújula marca el norte. Por ello, debemos trabajar una estrategia competitiva que nos permita seguir la dirección correcta: una estrategia de marketing 3.0. 

El futuro está ahí y, aunque no puede predecirse, sí se puede encarar con mayores garantías de éxito e, incluso, moldearlo. Dependerá del papel que como empresa queramos tomar. Preguntémonos, entonces, cuál queremos que sea. 


Empresas 3.0
Las empresas deben adaptarse a un nuevo entorno y la clave para hacerlo son los valores. Es la marca la que debe conectar con los valores del consumidor y no al revés, como hasta ahora. 

Las empresas deben ganarse la confianza de las personas y deben gestionar los valores, la cultura corporativa y las relaciones. Como apunta Philip Kotler en “Marketing 3.0 Values – driven marketing”, la identidad, la imagen y la integridad, son las 3 i’s a tener en cuenta, y la base para construir reputación y confianza hacia nuestras empresas y marcas. 

En esta línea, para crear capital reputacional, y generar así confianza en la marca, no basta con gestionar la imagen y la identidad, también es necesario gestionar la integridad. La integridad es ser coherentes con lo que dice y hace la empresa, asentando de esta manera las bases para conseguir una marca sólida, reputada y en la que poder confiar. 

Vea el artículo completo en Código 84, la revista de AECOC para los profesionales de la Fabricación y la Distribución.